A game to remember: Final Fantasy VI. Primera parte

Durante el año de 1994 cursaba el segundo año de la secundaria. Fue un curso particularmente disfrutable pues por ser el año "sandwich" de dicho nivel educativo, pude darme el lujo de gozar lo que aún me quedaba de niñéz, pues aunque la primaria ya había quedado atrás, la preparatoria todavía se veía lejana. Durante ese año, mis mejores amigos de ese entonces y yo, nos la pasábamos disfrutando de nuestras fantasías referentes a "Los Caballeros del Zodiaco" y del apenas naciente boom por la animación japonesa (y del cual yo fui pionero en mi entorno, debo decír). De manera más particular puedo decír que mi condición de videojugador comenzaba a madurar, pues ya me interesaban títulos más complejos que los clásicos juegos de plataformas o los beat'em up. Apenas un año antes había tenido el enorme gusto de probar títulos como "The Legend of Zelda: A Link to the Past", "Secret of Mana" o "Another World". Se había abierto ante mí un nuevo mundo en cuestión de videojuegos. Ahora buscaba títulos que me pudieran contar historias interesantes y me dieran a conocer personajes memorables, buscaba algo que en ese entonces aún desconocía que se llamaba RPG.

Si bien en ese momento ya tenía un creciente interés por la fantasía, fueron dos los elementos que impulsaron enormemente dicho interés y gracias a los cuales pude acercarme a Final Fantasy VI:

En primer lugar, Secret of Mana fue un evento tan significativo en mi vida como videojugador, y se trató de un título cuya mágia me atrapó tan fuertemente que no podía hacer más que pedir más y más de ese estilo de juegos.

En segunda instancia, en 1994 se estrenó en México (más concretamente en el canal TV7) una serie de animación de la cual me enamoré profundamente casi desde el inicio y que curiosamente le daría el toque de ironía al asunto: Las Aventuras de Fly, o como se le conoce en Japón, Dragon Quest Dai no Daibouken. Dicha serie me mostró tan maravillosamente la escencia épica y fantástica de su trama que no pude hacer más que caer presa de su encanto y (al igual que con Mana) pedir más y más de ese estilo de historias. Así es, un producto de Dragon Quest me aventó a los brazos de su principal competidor en Japón: Final Fantasy.

Con el hambre por más RPG's a todo lo que daba, fue que un domingo compré el número más reciente de una modesta y (admitámoslo), deficiente revista de videojuegos llamada Videotips que tenía al juego Doom en la portada. Cuando la comencé a hojear, algo llamó mi atención: un artículo sobre un juego llamado Final Fantasy III*.

En las páginas dedicadas al título, el autor hacía una pobre crónica sobre los hechos ocurridos en el mundo en el que se desarrollaba la historia. Hablaba muy superficialmente de personajes que luchaban contra un imperio maligno y de seres sobrenaturales que estaban a punto de desvanecerse de dicho planeta. No era una reseña en la que se explicara el sistema de juego, el apartado musical o los antecedentes del título. En esa nota, te contaban (y muy escuetamente) 3/4 partes de la historia del juego, y debo decír que en ese entonces. . . me fascinó.



El resto del mes me dediqué a rogarle al "Don" de la fayuca a que me consiguiera el mentado Final Fantasy III y a esperar a que saliera el siguiente número de Videotips para que me guiara durante el final del juego. Sobre estos hechos hubieron dos noticias, una buena y otra mala. La buena fue que el "Don" efectivamente pudo obtener el título. La mala es que Videotips nunca más volvió a salír y me quedé esperando la continuación del artículo durante meses T_T.

Enfocándonos en la parte buena del asunto, en cuanto llegué a mi casa y puse el cassette en mi siempre confiable Super Nintendo, comenzó una lluvia de mágia, de magestuosidad, de maravillas. . . de fantasía.

Tras observar un imponente cielo tormentoso, el juego nos comienza a explicar que tras una gran guerra acontecida mil años atrás, la magia ha dejado de existir en el mundo y las máquinas han tomado su lugar. Sin embargo, el poderoso y tremendamente ambicioso imperio de Ghastra ha comenzado a realizar experimentos que podrían traer de vuelta la fuerza conocida como magia, con el fin de utilizarla para exterminar a todo el que se le oponga. Como parte de la investigación, el imperio se entera de un rumor que menciona el descubrimiento de un Esper (criaturas míticas capaces de utilizar la mágia) congelado que ha sido descubierto en la lejana aldea de Narshe. Para descubrir si el rumor es cierto y si puede serle de utilidad a las fuerzas de Ghastra, dos soldados y una misteriosa chica con poderes sobrenaturales, armados con las poderosas armaduras Magitek, son enviados a Narshe. Justo en ese punto es donde comienza la historia,y de manera particular, una maravillosa secuencia que se valía de una hermosa imagen de fondo, la excelente animación de los personajes, una extraordinaria pieza musical y el extraordinario “modo 7” del SNES para crear una secuencia casi cinemática para inaugurar oficialmente el que muchos consideramos como el mejor Final Fantasy de la historia.


-La secuencia introductoria del juego-

Pero, ¿cuál era el sistema de juego? ¿Quiénes eran los protagonistas? ¿Por qué el villano principal de esta entrega es considerado como el mejor de todos los Final Fantasy y uno de los más importantes de la historia de los videojuegos? Esas respuestas llegarán pronto, pues hay tantas cosas que tengo que decír sobre este título, que no me limitaré a un sólo post, de hecho planeo brindarles una pequeña sorpresa con respecto a mi opinión sobre la música de este capítulo de la serie. Estén pendientes pues al contrario de Videotips, yo si prometo regresar.

*Final Fantasy VI, fue lanzado originalmente en américa como el tercer título de la serie. No fue si no hasta la salida de la séptima entrega que se comenzó a utilizar la nomenclatura real de la serie para referirse a cada uno de sus capítulos. De esta forma es que ahora se le conoce, de manera correcta, como Final Fantasy VI.