viernes, 18 de julio de 2008

Nombres raros

Hace ya varios meses que hablé de esta nota en el podcast de Antimateria y que fue publicada originalmente en elmundo.es. Pero como sé que muchos de ustedes no escuchan dicho programa (¡muy mal, muchachitos y muchachitas!) que tan noblemente el buen Lord Kevin Lomax produce, decidí que se trataba de información tan divertida que no debía quedarse en el desconocimiento. Por lo mismo los dejo con un extracto de la nota sobre los nombres más raros del mundo.

ADOLF HITLER ESTÁ VIVO
Viaje a Chone, un pueblo de 20.000 habitantes en el interior de Ecuador donde sus habitantes tienen los nombres más increíbles del planeta: Alí Babá, Burger King, Vick Vaporup, Alka Seltzer, Lincoln Stalin... La colonización española no llegó hasta allí. En España, en cambio, hay apellidos que te marcan la vida.

El juez Adolfo Hitler Flores de Valgas Alava nació el 12 de julio de 1941, en plena Segunda Guerra Mundial. El mismo día, pero a miles de kilómetros de distancia, en Londres, De Gaulle y Churchill firmaban la primera Carta de las Naciones Unidas para evitarle al futuro agresiones a la paz mundial como la que en aquellos meses escenificaba el III Reich. Pero al juez Adolfo Hitler Flores se le quedó el nombre. Nació en Chone, un pueblo de 20.000 habitantes situado en el interior de Ecuador. Al juez Flores nadie se atreve a llamarle Hitler, y se queda para sus vecinos en un más discreto Adolfo. El que su padre decidiera ponerle el nombre completo del genocida le libra del oprobio. Menos suerte han tenido Hitler Corral, el mecánico, y Hitler Mendoza, el de «allá abajo». Chone se vanagloria de ser la cuna de «las mujeres bonitas y los hombres responsables». Así reza en las actas y así repiten sus habitantes cada vez que un extranjero pone un pie en su tierra, a unas siete horas en coche (por carreteras serpenteantes y algo alejadas de la mano de Dios) de la capital, Quito. Pero también presumen de ser ciudadanos de la capital mundial de los nombres raros.

Los habitantes de Chone propenden también al uso abusivo de diminutivos (Giocondita o Simoncito), apelativos tergiversados (Yoni en vez de Johnny, Guasintong en lugar de Washington o Zoraya con z); no falta el recurso a los clásicos (Pericles, Homero, Platón, Trajano...) y algunos, incluso, buscan el nombre de sus hijos al otro lado del Telón de acero (Stalin, Lenin...). Simón Bolívar, Napoleón o Cristóbal Colón Jaramillo campan por las calles del pueblo. Y encantados... Y en la guía también figuran Frank Sinatra o John Kennedy Suárez, este último dueño de una ferretería que nació el día del magnicidio en Dallas.

«A campeonatos de nombres raros no nos gana nadie», se carcajea Wilson Waner Flores de Valgas, sobrino de Hitler. «Conocí a una tal Alka Seltzer. Le pusieron así porque esas pastillas fueron las únicas que aliviaron los dolores de su madre en el parto». Después, recita de carrerilla los nombres de los más egregios vecinos de Chone: Arcángel Gabriel Salvador, Blanca Nieves Vera, Land Rover García... O Tranquilino Loor, conocido como don Tranco y dueño de una tienda de abastos. «¿Por qué no me llamaron Juan Carlos?», bromea. El nombre viene de un antepasado, pero no siempre le hizo gracia. «No me querían nombrar gerente del Banco de la Vivienda; no creían que me llamara así».

En el registro reposan las actas de Luz Divina, Ford Chevrolet, Selva Alegre, Oferta Bienleída, Sostenes, Semiencanto, Perfecta Heroína, Everguito Coito, Dumas, Sony, Poderoso Melchor o Juan Ob. (por obispo, porque así apocopaba la grafía el santoral que inspiró a sus padres). No es fácil encontrar a muchas de estas personas porque muchas ni siquiera nacieron en Portoviejo, sino que sus padres las inscribieron allí porque les pillaba de paso o ya les habían impedido hacer gala de su originalidad en otro registro.

Entre las últimas inscripciones que Zambrano recuerda, figuran las de una niña a la que pusieron Sunami sin t (nacida poco después del huracán que arrasó Indonesia en diciembre de 2003) o Roberto.-. Sí, punto y raya.


Esto fue sólo una parte de la nota completa que pueden leer acá. Espero que les haya gustado y que recomienden el blog con sus amiguitos. Tampoco olviden comer frutas y verduras y jugar Halo.

Stay zombie!!!

4 comentarios:

Alonzo dijo...

A nadie se le ocurrio ponerle calcetines donelly, carls jr. o quiza x box?

creo que viviendo en ese pueblo jamas evitaria dejar de reirme despues de conocer a una persona nueva.
imaginate la riña en la secundaria entre dos chavitos "hitler" contra "benito juarez" y de repente abraham lincon los llega a separar y son enviados con el director el señor bellding...tetrico no?


saludos Suldyn buen y bonito post

Christian Domínguez Pérez dijo...

¡Ah, que chido sería tener un director que se apellide Belding! Ya ni me acordaba de "Salvados por la campana", gracias por traerlo de nuevo a mi mente, mi buen Alonzo.

¡Un abrazote!

Master Pei dijo...

Omg... lo peor es que yo podría entrar en la categoría de clásicos, tenemos un compadre en común cuyo nombre figura en la lista, y qué decir del hermano de Berna... Está buena la recopilación de nombres raros, pero siendo honestos, en México no nos quedamos atrás. Con mi madre trabajando en educación, me he enterado de cada nombre que serían dignos ejemplos para esta lista: One cent, Leidi Di, Yon Bon Yovi... y otros etcéteras que ahora no puedo recordar. Qué cosas, qué cosas...

Argel dijo...

Como algunos de ustedes saben, mi trabajo en salubridad también consiste en atender gente. Y hasta ahorita no he encontrado un nombre que supere en chistosidad a este:

Azotea Pérez.

Apenas si pude aguantarme la risa cuando le pregunté, ¿cómo se llama? Azotea...