Pues bien ladies, gentlemen y entes primordiales que nos acompañan, la próxima semana no voy a poder postear, así que ahora los dejo con tres post que espero les hagan más amena la espera por nuevos temas.
El primer videojuego de RPG que jugué fue el Final Fantasy I para NES, pero como estaba muy chavito nomás no le entendí y terminé por odiar el título. . .bueno, ahora ya le entiendo y sigo odiándolo en su versión de Gameboy Advance pero esa es otra historia.
Años más tarde y gracias a mi siempre confiable revista Club Nintendo, jugué y terminé The Legend of Zelda: A Link to the Past y me fascinó, pero no dejaba de ser un triunfo obtenido gracias a una enorme ayuda. Había llegado la hora en la que me tenía que enfrentar a los peligros de un mundo fantástico por mi cuenta. Y Secret of Mana fue el juego que aceptó mi reto.
La portada del juego era hermosa y cuando revisé el manual, inmediatamente quedé cautivado por los personajes y lo que pude entender de la historia. Al poner el juego en el SNES fue una lluvia de magia que salía del monitor, pues esa mísma portada era la que adornaba la pantalla del título del juego. . .¡pero con los flamingos volando y una música bellísima!!
La historia fue maravillosa y los lugares que visité verderamente hermosos. Durante semanas soñé con historias alternas que le sucedían a los personajes secundarios e incluso durante las largas y aburridas conferencias de la secundaria comencé, gracias a este juego, la tradición de imaginar en mi mente una serie de animación con intro y todo, siendo en ese caso, la de Secret of Mana.
Han salido nuevos títulos de la serie pero ninguno de los que he probado ha sido tan cautivante y mágico como aquél título del cuál sigo enamorado.
1 comentario:
Recuerdo que jugué Secret of Mana muy poco después de leer el primer libro de Narnia. Se me hizo que el mundo de Mana era parecidísimo a Narnia... no sé por qué, pero daba el aire por completo.
Aunque sí me gustó la película que sacaron de El León, la Bruja y el Ropero, muy en el fondo de mi corazón me hubiera encantado Narnia con la estética de Secret of Mana, y tal vez con la misma música, que, de acuedo, es preciosa. La verdad sí eran tiempos más dichosos cuando Square todavía no era Enix y no se necesitaban superejércitos de gente para hacer un sólo juego.
Lástima que los nuevos juegos de Mana tuvieron muchos altibajos; estoy feliz de que todavía conservo el original, y que mi SuperNes sigue funcionando. Todo un clásico.
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