Compra ahora!!!

Soy videojugador, eso no es sorpresa. Desde pequeño (Cuando iba en tercero de primaria para ser preciso) he disfrutado del entretenimiento electrónico en muchas diferentes presentaciones. Atari, NES, SNES, Playstation. . .Muchísimas consolas en las cuales he probado una gran cantidad de títulos. Al principio recurrí al siempre cordial hecho de ir a la fayuca (flea markets pues, para el público internacional, que resulta que si hay =P) a pagar una pequeña cantidad de dinero para cambiar un juego por otro. El Super Nintendo fue la cumbre de dicho sistema. Cada domingo iba con mis veinte pesitos a observar como hipnotizado la galería de títulos del puesto del “don” y seleccionaba un juego que esperaba me entretuviera durante el transcurso de la semana. El sistema de intercambio fue bueno, mientras duró.

El tema de este post llegó con la era del Playstation. Era un fabuloso sistema de entretenimiento que contó con excelentes títulos. El sistema utilizaba CD’s para correr sus juegos y es debido a esto que empezó el tsunami consumista: Llegó la piratería masiva. Con el dinero que antes utilizaba para comprar un título, ahora podía conseguir diez o más juegos piratas. Y no importaba si algunos eran una auténtica basura. Siempre podía comprar más. Si antes regresaba a mi casa con un buen juego después de la visita a la fayuca, ahora llegaba a mi casa con cinco títulos que absorvían mis tardes. Mi colección se incrementó e inició mi etapa de comprador compulsivo.

La piratería me dio el poder de comprar más de lo que podía jugar y con el paso de los años esto continuó. Ahora procuro no comprar piratería, pero ello no detiene mi directiva de consumo. En este momento yo cuento con cerca de seis juegos que no he disfrutado en su totalidad porque estoy dedicándole tiempo a otros títulos (obviamente hablo del tiempo libre, a pesar de la creencia popular si trabajo). Mis juegos se me juntan y no los puedo jugar, Lo mismo le ha pasado a varios de mis amigos, y no sólo videojugadores. Trátese de libros, películas, figuras de accioón o cómics, la cultura del consumismo compulsivo nos ha afectado a varios. Los ejemplos que acabo de citar no son los únicos pero si con los que estoy mas en contacto y es innegable que las compañías no nos la ponene fácil.

Ayer platicaba de esto con mi madre y surgió la frase de “te obligan a comprar”. Yo creo que no te obligan en sí, pero te ponen tentaciones terriblemente difíciles de resistir. ¿Por qué rentar la película que adoraste en el cine si puedes tenerla a un precio de locura? Además, si te la llevas junto con otra te regalan una más de un precio igual o menor a lo que ya compraste. . No te obligan, pero te convencen haciendo que digas “sería un tonto si no aprovecho”. MALDITOS.

Comprar, atesorar bienes que no usas pero que sabes que poseés y que algún día les dedicarás tiempo. Consumismo compulsivo que siempre te bombardea con artículos que deseas sin importar si los vas a explotar como se merecen o si sólo buscas disfrutarlos rápido para pasar al siguiente.
Con el hecho de las películas me pasa que las compro para poder verlas cuantas veces quiera, pero resulta que sólo las veo una vez y ya. El gasto está hecho.

No a todos les pasa esto último, muchos si disfrtutan una y otra vez de lo que compran pero el hecho de que ahora, más que nunca, podemos tener una extensa colección de bienes es innegable. Incluso se puede considerar como una competencia por tener la mejor ymás grande galería. Además podemos hacerla más importante añadiéndole artículos “para coleccionistas”.

¿Que compras compulsivamente?