domingo, 8 de agosto de 2010

El juego del hombre

Ya pasó el mundial y con ello la euforia desmedida que se genera cada cuatro años y que convierte por algunas semanas al mundo entero en una auténtica fiesta. Estoy seguro que todos los que me siguen ya sea aquí, en facebook o twitter habrán notado que soy un gran aficionado a este deporte, sin embargo no siempre fue así. Durante muchos años me mantuve ajeno a dicho deporte, e incluso lo llegué a odiar. Así que ¿como se dió tal cambio?, eso es lo que deseo contarles el día de hoy.

Me parece que alguna vez mencioné que durante mi infancia yo era muy activo, pero mi problema con el asma, una enfermedad muy poco conocida en Toluca a principios de la década de los 80' propició que lenta pero irremediablemente me volviera un niño sedentario y que prefería entretenerse tranquilamente con cosas que no provocaban duras consecuencias respiratorios como lo eran los videojuegos o el dibujo. Como era normal, la gran mayoría de mis cuates de primaria se lanzaban a la "cascarita" durante los recreos, pero yo siempre los evitaba para no hacer el ridículo pues literalmente no lo sabía jugar, esto último, aunado a que mis padres me llevaban de vez en cuando a los juegos del equipo del Toluca (ambos fans de toda la vida), crearon en mi una repulsión hacia el futbol.

La secundaria y un novedoso tratamiento de mi siempre querida Doctora Cid del Prado, me brindaron la oportunidad de comenzar a jugar con mis cuates algunos partidos de "fucho", sin embargo la falta de práctica pronto demostraron que mi presencia en el campo brindaba más frustraciones que gozo. A pesar de mi reciente inclusión en la práctica del deporte, los lunes en la mañana yo nunca participaba en las pláticas de mis amigos sobre lo acontecido el fín de semana en la liga nacional, pues simplemente no me interesaba en lo absoluto. Ahí tenían a un joven Suldyn que hace 16 años ya era lo que hoy es el estereotipo de moda: Un geek que le encantaba Star Wars, el anime, los videojuegos y el dibujo y que era muy malo en el deporte. Pero la historia daría un rumbo muy importante durante la prepa.

El enfrentamiento entre 2 equipos, la lucha continua, los héroes, los villanos, las esperanzas de miles que observan el cómo se escribe una historia sin "Deus Ex Machina" de por medio (o eso se supone). Los David contra los Goliath. La pasión que se enciende y que une corazones. El amor por aquél espectáculo mundial me invadió y desde ese año de 1998 no ha dejado de acompañarme.

10 de mayo de 1998, 1:35 P.M. La cuidad de Toluca miraba con incredulidad cómo su equipo local no sólo llegaba por primera vez en más de 20 años a una final después de incluso haber estado a punto de descender a segunda división, sino que observaban el cómo esos 11 jugadores que defendían la casaca escarlata remontaban un marcador de 3-1 en contra y se encontraban a minutos de ganar el campeonato. En cuanto sonó el silbatazo final, el rojo invadió los corazones de todos los habitantes de la ciudad. Ese partido fue el primero de 3 que me hicieron fan del futból.

Los otros 2 encuentros que desataron mi pasión fue en primer lugar, un mes después aproximadamente de la final en Toluca. Cuando la selección nacional enfrentó a Holanda y en los últimos partidos consiguió por botines de Luis "el matador" Hernández el 2 - 2 después de ir perdiendo por 2 - 0. El festejo fue inmenso en toda la república y ese día me uní a millones de compatriotas que celebraron el empate como si se hubiera tratado del campeonato mundial. Épico, sin lugar a dudas.



El tercero y último juego fue en el torneo invierno 98' del torneo local, cuando mis Pumas, los más débiles de los equipos de cuartos de final del torneo, se enfrentaban al super líder Cruz Azul, y en el segundo partido, los universitarios lograron, por igual en el último minuto, el gol que les garantizaba el pase a semifinales. Una auténtica hazaña.



Seguro a estas alturas habrán notado un patrón, de juegos en los que el "Davíd" vence al "Goliath". Es cierto, tengo cierta debilidad hacia ese tipo de historias, pero se trata solamente de mi manera de disfrutar el futbol y de hacerlo propio. Es algo que despierta mi pasión y me hace vivirlo y a fin de cuentas no importa el cómo, si no el hecho de que cada uno los fans encontramos algo que nos hace vivir con intensidad, el juego del hombre.

Y como anécdota final, estoy escribiendo esto mientras se desarrolla otro partido Pumas - Cruz Azul.

Stay in the game and enjoy!

5 comentarios:

Dark Soulless dijo...

Vaya, creo que la cosa ha sido diferente para todos. A mi siempre me ha gustado, siempre lo he jugado y siempre he sido medio-bueno jejeje.

Y eso sí, yo de niño prefería jugarlo que verlo, pero ahorita puedo disfrutar también de ello.

Siempre he sido santista y, este torneo seremos campeones :3

Aisling dijo...

Bueno, yo todavía sigo odiando el futbol, aunque la mayor parte de mi familia son aficionados declarados y hasta obsesos. Irónicamente la única ocasión que me agrada es durante los mundiales, porque la gente anda en un ambiente feliz y festivo.

Ahora, yo también soy fan de las historias al estilo David y Goliath. Salvo que en las que observo y escribo, el flacucho y pequeñajo de David siempre pierde. Pero aún espero que Goliath reciba su merecido.

Master Pei dijo...

Compadre, pues yo qué puedo decir, si siempre fue renuente al balón pie y todo lo que se le relaciona, much to my father's chagrin. Pero ya vesm fue justo este Mundial que acaba de pasar lo que me hizo unirme, por primera vez en mi vida, a la pasión por el futbol. A ver si me vuelve a dar dentro de cuatro años :P

Un abrazo!

Kitsune dijo...

A mí me empezó a gustar el futbol por culpa de los italianos (y algunos otros europeos)... qué hacerle...

Chendo dijo...

Que irónica es la vida a mi ya no me apasiona el fut como antes, ya que desde muy pequeño me gustaba estar pateando una pelota o un balón. No voy a decir si era bueno o malo, pero en las reservas del club local me di cuenta del lado obscuro del deporte de las patadas y para no hacer largo el cuento es como en todo, donde hay de todo y además, no impera la justicia deportiva, sino la influencia. Por eso es que hay "bultos" que pueden alinear en equipos aunque sean peor que mediocres .. recuerdo dos que tres en el equipo nacional ... en fin, así es la vida y me alegro que antes de finalizar mi estancia en tierras galas regalé mis tachos poniendo fin a la práctica de ese deporte (2002). Es más, mi novia y sus chavos les gusta el fut, ja! que risa! lo bueno es que si le digo mejor vamos a jugar tenis no lo piensa dos veces, así que prefiero practicar tenis o la natación o jugar xbox con mi chavo o tomar unas chelas con amigas(os). Punto y aparte es mi percepción del gran negocio y circo mediático que es el fut nacional, las tvnovelas y las narconoticias.