domingo, 26 de septiembre de 2010

El valor de una anécdota o una opinión



El internet es una herramienta que en alrededor de 15 años ha cambiado para siempre la forma de vida del ser humano. Si bien no tooodas las personas del planeta tienen acceso a internet, la taza de usuarios es bastante elevada el día de hoy y ello desencadena un intercambio de información cuyos alcances a mediano y largo plazo estoy seguro que darán como resultado saltos importantes en muchas áreas. Ahora bien, si en su momento el telégrafo, la radio y la señal por satélite de TV hicieron más rápida la llegada de noticias al público en general, el día de hoy solo basta con tener un plug-in de Firefox, por mencionar un ejemplo, para enterarnos de eventos que están ocurriendo en ese preciso momento en regiones muy alejadas del planeta (o fuera de él). La información fluye a velociodad y cantidades ridículas, y el esto ha provocado que en ciertos casos el conocimiento se haya abaratado de mala manera.

En mi caso, recuerdo que durante la preparatoria podía presumir de poseer un vasto conocimiento sobre Dragon Ball en todas sus facetas, y a pesar de tratarse de información absurda e inútil, lo cierto es que me dió cierto estatus pues muchos compañeros, tanto los demás frikis, como los más "populares" se acercaban a preguntarme sobre lo que iba a ocurrir en el futuro de su serie favorita. Este será un ejemplo medio idiota pero demuestra que hoy en día la situación es completamente distinta, solo basta con que cualquier persona entre a wikipedia y obtenga los datos fríos sin el menor esfuerzo. Esto ocurre con cuanto tema pueda pasar por nuestra mente, ciencias, tecnología, ocultismo o cocina por sólo mencionar una pequeñísima porción. El día de hoy ni siquiera se esfuerzan muchas personas por ejercitar la memoria al mantener datos, pues "ahí está en internet" toda la información para cuando la necesite.

El saber algo, aunque sea por fracciones muy cortas de tiempo, ya no demuestra la valía de antes. Sin embargo, el uso que se hace de la información es lo que sí continúa teniendo una importancia vital y nunca debemos dejar que ello se pierda. Muchos pueden saber los ingredientes de un platillo gourmet, pero pocos son los que de verdad consiguen realizarlo a la perfección.

Hay muchos medios que ofrecen la información, pero particularmente disfruto mucho más de conocer las opiniones que dicha información genera en las personas que aprecio. El saber que una película obtuvo una calificación de 2.5 en Meta Critic me dice que no es buena, pero una tarde de café con un amigo me puede revelar ciertos detalles que mucha gente no apreció en la cinta. La transmisión en internet del desfile del bicentenario me indicará que el gobierno quizo representar la historia de México, pero la transmisión de Floppy Radio en vivo me mostrará un ángulo más personal y gracioso de todo lo "no oficial" del evento. Un dato es solo un pedazo de información, mientras que una opinión es el reflejo de un alma. Podemos o no estar de acuerdo con el criterio de una persona, pero lo cierto es que un lápiz no creará una obra de arte por sí solo, necesita un artista que lo maneje.

Mi gusto particular por el más nuevo esfuerzo de José M. Saucedo por continuar en el medio informativo mexicano sobre videojuegos, el sitio Game Play, no son las clásicas reviews de un título, si no los posts de opinión en los que hablan frecuentemente sobre juegos que yo disfruté en la secundaria o prepa, o incluso Saucedo y sus amigos cuentan anécdotas personales sobre mi hobby favorito que me dibujan una sonrisa en el rostro. El sitio Remedial Waste es otro ejemplo de cómo una calificación de un videojuego no es tan importante como las opiniones e ideas de su staff sobre las mañas y malas prácticas en las que la industria desarrolladora ha caído y de las cuales debemos quejarnos para que no se repitan, o incluso no apoyar proyectos vacíos que solo buscan sacarnos más dinero, pero eso si, lo hacen con un humor ácido y negro que tanto gusta a los chavos irreverentes de hoy, Señor Don Simón. Por otro lado, Finísima Persona ofrece la siempre sensible opinión de Toño Sempere sobre una selección tan campechana de temas, que al taquero de la esquina de mi casa en Toluca le daría envidia, eso si, Sempere les maneja de anécdotas que harían sonrojar al mismísimo Polo Polo.

¿Y que hay conmigo? Pues nada, que soy una persona a la que no le gusta encasillarse en géneros y pienso la que no-definición me define, por lo que en mi propio blog han sido testigos de que les comparto videos, notas e incluso epístolas de terceros, pero siempre buscando que cuanta persona entre aquí a leer o escuchar mi podcast* salga con el valor agregado de mi opinión, que será buena o mala, pero es solo mía y de ello, obvio que tengo la exclusiva mundial.

Gracias por leer y recuerden ¡Opínen! Ahora los dejo con una imagen sin relación alguna pero igual muy cotorra.



*Aviso parroquial: Por razones de velocidad de internet ridículamente lentas para subir datos a la agraciada nube de la información, Suldyn Zone no saldrá hasta nuevo aviso, pero ¡no se preocupen niños y niñas! que ya tengo 2 programas divididos a su vez en 2 partes, listos y editados, esperando a que los conozcan. ¡Suldyn Fo`evaaaaa!

martes, 21 de septiembre de 2010

El Porfiriato

¡Saaaaantos y buenos días tengan todos ustedes! Gozosos ustedes que presencian el nacimiento de una nueva categoría de posts en este su humilde, empero perfecto blog.

Desde la preparatoria he pensado que, de no haber tomado el rumbo profesional que decidí desde la secundaria, habría optado por estudiar Historia. Dicha materia me apasiona como pocas cosas y no deja de ser algo muy ligado al propósito de mi existir (junto con amar a Rox) que es el ser Storyteller. Digo, al fin y al cabo en español los términos History y Story se dicen igual ¿no? Pero bueno, antes de entrar en materia, una reflexión personal sobre la tónica que tomarán los escritos de esta categoría; En la historia NADIE tiene la verdad absoluta y a pesar de estar basada en hechos, estos nunca dejan de estar influenciados por quien los cuenta, de manera que siempre se está reescribiendo y de hecho, sí necesita imaginación en ciertos casos para llenar vacios. Así pues, los dejo con el primer post de este sabroso tema.


Hace 100 años, el presidente José de la Cruz Porfirio Díaz Mori (tenía que lucirme con el dato completo ¡a que no!?) disfrutaba los festejos del centenario del inicio de la lucha armada que le daría al país mexicano su independencia. Por su mente, sin embargo, asomaban pensamientos oscuros en los que ya podía ver lo que tanto temía; el fin de sus días como máximo regente del rumbo nacional. Don Porfirio, era una de las mentes más astutas que México ha visto, si no es que la más. Tuvo un inicio similar al "Benemérito de las Américas", Don Benito Juárez, pues ambos eran Oaxaqueños, y ambos provenían de una cuna humilde por mencionar solo un par, y si bien ambos ocuparon la presidencia por varios años, durante el siglo XX, la historia oficial los colocó en peldaños opuestos. La gran energía que siempre tuvo Días, lo llevó a estudiar carpintería, derecho y religión, siendo este último tema uno con el que no simpatizaría durante la mayor parte de su vida. El arte de la guerra, sin embargo, lo aprendió en la práctica y llegó a destacar más que su hermano Félix, quien si acudió a la escuela militar. Si bien es cierto que su ambición por el poder y un control absoluto de todo cuanto ocurría a su alrededor era inmensa, su sincero interés por ver a su patria convertida en motivo de asombro y orgullo mundial fue uno de los principales motores que le consiguieron llegar hasta donde lo hizo. Porfirio dedicó luchó muchos años en cuerpo y alma por México, de hecho, no solo estuvo presente, sino que fue pieza fundamental en la batalla del 5 de mayo, donde el ejército más poderoso de ese entonces recibió su primera derrota en 50 años. Pero ello nunca borrará los errores que cometió al perder la perspectiva de la situación popular pues donde él sólo veía logros y progreso, el pueblo sentía represión y despojos.

Ahora bien, dejando de lado los datos fríos, Díaz fue un hombre que verdaderamente hizo historia. Era terco y decidido y tomó todas sus desiciones como si la vida se tratara de un tablero de ajedrez. Tenía amigos, si, pero aún cuando exigía lealtad, él jamás la entregaba, si no pregúntenle a su compadre Manuel Gonzalez, quien dirigió 4 años el país después del primer mandato de Díaz, y quien fue calumniado y desprestigiado "debajo del agua" por quien lo hubiera puesto en la silla presidencial en primer lugar. Si bien, el gobierno de Don Porfirio provocó la primera revolución del siglo XX, también le entregó al país una época de paz que este no conoció durante muchos años tanto antes como después. Opiniones a favor y en contra hay de sobra con respecto a su mandato que pareció eterno para miles de personas, pero lo cierto es que esa figura historica le entregó mucho a México, siendo su aportación más grande, a mi manera de ver, una lección que debemos estudiar a fondo para perfeccionar las virtudes y evitar los errores (Prueba de que sí dejó una buena lección fue el periodo de "El Maximato", donde Calles aplicó de mala manera los conocimientos que legara Díaz).

Porfirio Díaz no fue un monstruo, ni un salvador, fue solo un hombre que vivió victorias y fracasos como todos nosotros, y de quien podemos aprender mucho si estudiamos más. Yo por mi parte me intereso mucho en ver el porqué varias personas cuya opinión aprecio lo han llamado "el mejor presidente que ha tenido México".



Para terminar, recomiendo darle una checada a la versión que Televisa realizó alrededor de 1994 con su telenovela histórica "El Vuelo del Águila". Tiene un gran reparto y desmitifica muchos aspectos de la figura de Don Porfirio.

Versiones de la historia hay muchas, y ellas no son el destino, sino el camino para obtener una opinión propia.

viernes, 17 de septiembre de 2010

¡Viva México!

Pues ya pasados los festejos oficiales del 15 y 16 de septiembre, su servidor espera que se hayan pasado unos momentos muy felíces y responsables celebrando más que nada el espíritu mexicano, aquél que poseé una inmensa y colorida alegría interna.

Dejando atrás el inicio protocolario entramos  a la carnita de este post, pues resulta que quiero comentarles que acá en Vancouver también hubo celebración y grito, solamente que no ocurrió el 15 en la noche sino el sábado 11. "¡Qué aguados!" dirán ustedes. "Si no es el 15 nos salieron como que genéricos intercambiables, bola de exiliados políticos", seguramente estarán pensado ¿verdad?. . . ¿No?  ¿Neto no pensaron eso? Chale, no pus se les agradece. . . creo. Bueno, pues ignorando mi ataque de paranoia, resulta que el sábado pasado el consulado de México organizó un pequeño festejo en la bahía de la ciudad y que incluyó la venta de comida típica mexicana que, de hecho, era buena pero exageradamente cara imitación de tacos, tamales y otras cosillas.



Algo que dificultó la celebración fue el hecho de que se realizó al aire libre, y ese hermoso día, Vancouver decidió compartirnos una perfecta muestra del clima local propiciando un cielo nublado y que ofrecía lluvia ligera pero incesante. Mientras los festejos oficiales iniciaban las condiciones atmosféricas si representaron un gran reto para que el ánimo encendiera como es debido, y durante la presentación del baile folklórico y el grupo de mariachi, las personas que habían llegado temprano para el grito se vieron francamente estóicas al permanecer en el lugar (la neta la neta, yo me fuí junto a mis amigas Gina y Lore a comer y babosear un rato por Gastown).

Cuando llegó la hora del grito, este, como todo buen evento mexicano, comenzó algo tarde, por lo que el equipo organizador se encargó de amenizar el ambiente con algo de música mexicana y no precisamente tradicional. Esto fue lo primero que realmente prendió a la banda, porque ya para ese momento habíamos llegado cerca de mil fulanos al muelle y como estábamos todos con ánimos latentes de festejar, pues escuchar que por el equipo de sonido local se oían melodías como "Ingrata" resultó aterradoramente eufórico, y lo describo así pues cientos de locos comenzamos a bailar y saltar, provocando que el muelle entero temblara. No exagero al decír que más de uno salieron corriendo hacia tierra firme al sentir la sensación de que el lugar del festejo caería al mar debido a la locura de los saltos mexicanos, pero eso no detuvo a nadie. Muchos ya estábamos acostumbrados a dichas sensaciones en diversos eventos masivos, así que simplemente nos perdimos en la euforia.

Cuando llegó la hora del grito, el cónsul salió al escenario con la bandera tradicional y al más puro estilo de esa ceremonia, todos los presentes gritamos "¡Viva!" para que nuestra voz se elevara hasta los cielos. El año pasado no pude estar en los festejos por el ritmo de trabajo que ustedes ya conocen, pero ahora si puedo decír que es una experiencia que obtiene un saborcito especial en el extrangero, no mejor ni peor, simplemente distinto.

Después del grito, hubo un concierto por parte de Aleks Sintek, quien recientemente apareció en los medios de información por haber cerrado su cuenta de Twitter debido a las críticas negativas que generó su canción del bicentenario. Personalmente no me considero un graan fan del amigo Sintek, me gustan algunas de sus canciones y punto, pero si puedo decír que a mi si me gustó su canción de las celebraciones, pues es muy. . . su estilo. Si te gusta o tienes alguna afinidad al estilo de Sintek pues obtienes precisamente eso en la canción. Ahora, volviendo al evento del sábado, debo decír que el tipo da muy buen espectáculo en el buen sentido. Es alguien que tiene buena vibra y sabe prender al público. Cantó sus éxitos más conocidos y personalmente disfruté muchísimo con "Sexo, pudor y lágrimas" y "Lo que tu necesitas". Para el final del evento, Sintek se lanzó 3 canciones de "encore" (si apliqué bien el término?) y de hecho ya para lo último, último todavía le preguntó al público "¿Quieren otra?" y ante la respuesta general y positiva pues que se lanza la que cerró el concierto.

Balance general: Poca madre el evento. Aún lejos de mi corazón, pasé un rato muy chido y tuve mi cachito de bicentenario.


-Video no tomado por mi, pero que les dará una idea del concierto. Ósom!-

jueves, 9 de septiembre de 2010

Look at me

Damas, caballeros y entes primordiales de nombres impronunciables que nos acompañan. Como parte del maravilloso servicio que este, su humilde empero perfecto blog presta a la ociosa y probablemente irresponsable comunidad cuyos deberes son descuidados por perderse en el internet, el día de hoy les comparto una liga que de seguro les llamará la atención por su personalidad e innegable carisma.

Look at me es un web comic que nos relata las dificultades que Mr. Crumbles, su protagonista atraviesa por obtener, dejémosle de lado el amor, la atención de su bella niña waffle cuyo nombre en este momento no recuerdo si ya se ha dado. De cualquier manera los invito a darle una checada a este comic que lleva poco tiempo pero que apunta a grandes cosas en el futuro.

Look at me comic

Disfruten y. . . pongámonos a trabajar ya ¿no?

lunes, 6 de septiembre de 2010

Megaman vs Street fighter

Pues estaba el Suldyn de ocioso cuando descubrió estos videos que hizo algún fan con muy buen ojo para lo que tendría aún más potencial que el que tuvieron Megan Man 9 & 10. Sin más los dejo con el enfrentamiento, con niveles y todo de Megaman contra Dhalsim y Ryu de Street Fighter 2.



domingo, 5 de septiembre de 2010

Las últimas palabras de Satoshi Kon

Lo siguiente es un mensaje que dejó Satoshi Kon y que fue publicado por su familia de forma postuma en el blog del difunto. Ha sido traducido y posteado en diversas partes, y en cuanto a mi respecta, lo tomé del post de Densho en Level Up. Sin más palabras los dejo con el último mensaje del genio cuya muerte lamento mucho.



Sayonara (Adiós)

Cómo podría olvidar el 18 de mayo de este año.

Recibí el siguiente diagnóstico de un cardiólogo en el hospital de la Cruz Roja de Musashino.

"Es la última etapa del cáncer de páncreas. La metástasis llegó a muchos huesos. Le queda, a lo mucho, medio año de vida."

Mi esposa y yo escuchamos juntos. Era un destino tan inesperado e inaceptable que los dos apenas pudimos soportarlo.

Honestamente solía pensar que no podría evitar morir cualquiera de estos días. Sin embargo, fue tan repentino.

Para estar seguro, tuve algunas señales. Dos o tres meses antes de eso tuve fuertes dolores en varias zonas de la espalda y en las articulaciones de mis piernas; perdí fuerza en mi pierna derecha y me costaba trabajo caminar, y comencé a ir con un acupunturista y con un quiropráctico, pero nada mejoró. Así que después de que me hicieron resonancias magnéticas, tomografías y demás estudios avanzados, llegó de pronto el diagnóstico de cuánto tiempo me quedaba.

Era como si la muerte en persona se hubiera puesto justo detrás de mí antes de enterarme, y no había nada que pudiera hacer. Después del diagnóstico, mi esposa y yo investigamos cómo podía prolongar mi vida. Era, literalmente, una situación de vida o muerte. Recibimos apoyo de amigos incondicionales y aliados poderosos. Rechacé los medicamentos anticáncer, y traté de vivir con una perspectiva del mundo un poco diferente a la de la norma. El hecho de rechazar lo que supuestamente es normal, me parecía que era algo muy mío.

En realidad nunca sentí que pertenecía a la mayoría. Ni en asuntos de cuidados médicos ni en ninguna otra cosa. "¡Por qué no tratar de seguir viviendo de acuerdo con mis propios principios!" Sin embargo, al momento de crear una obra [una película], la fuerza de voluntad no bastaba para realizar el trabajo. La enfermedad avanzaba día tras día.

Por otro lado, como miembro de la sociedad, acepto al menos la mitad de lo que la sociedad en general considera correcto. Pago impuestos. Estoy lejos de ser un ciudadano ejemplar, pero soy del todo un miembro de la sociedad japonesa. Así que, exceptuando las cosas que necesitaba, desde mi punto de vista, para prolongar mi vida, también intenté hacer todo lo necesario para "prepararme para morir con propiedad". Aunque creo que no lo hice tan bien. (Pero) una de las cosas que hice fue, con la cooperación de dos amigos en los que podía confiar, armar una compañía para que se encargara de cosas como el insignificante número de obras con derechos de autor que poseo. Otra cosa que hice fue asegurarme de que mi esposa recibiera las modestas pertenencias que tengo al escribir un testamento. Desde luego, no creo que alguien peleara por mi legado ni nada de eso, pero quería estar seguro de que mi esposa, quien permaneció a mi lado en este mundo, no tuviera nada de qué preocuparse; además quería quitarle el peso de encima a aquél que daría ese saltito, a mí, antes de que partiera.

El papeleo e investigación necesarios para estas tareas, para el que ni mi esposa ni yo somos buenos, corrió a cargo rápidamente de mis maravillosos amigos. Después, cuando me dio neumonía y estaba a las puertas de la muerte, y puse mi firma final en el testamento, pensé que si moría justo en ese momento ya nada se podía hacer para evitarlo.

"Ah... puedo morir al fin."

Después de todo, me llevaron en ambulancia al hospital de la Cruz Roja de Musashino dos días antes de eso; luego me trajeron de regreso al mismo hospital en ambulancia al día siguiente. Hasta tuve que ser hospitalizado y me hicieron muchas revisiones. Los resultados de esos exámentes: neumonía, agua en mi pecho y, cuando le pregunté directamente al doctor, la respuesta que recibí fue muy seca, y de alguna manera se lo agradecí.

"Usted va a vivir uno o dos días más... y si llegara a salvarse de ésta, probablemente no vivirá más allá de fin de mes."

Mientras escuchaba, pensé, "es como si me estuviera dando el pronóstico del tiempo", pero aún así la situación era espantosa. Eso fuel el 7 de julio. Fue un Tanabata brutal, sin duda.

Así que decidí ahí mismo.

Quiero morirme en mi casa.

Quizá le causé problemas a mi gente, pero les pedí que vieran cómo podría escapar y volver a casa. [Logré huír] gracias a los esfuerzos de mi esposa, la cooperación del hospital pese a su posición de darse por vencidos conmigo, a la tremenda ayuda de otras instituciones médicas y a las coincidencias, que fueron tantas, que parecían regalos del cielo. Nunca había visto que tantas coincidencias y sucesos se acomodaran de manera tan fina en la vida real; apenas podía creerlo. Esto no era Tokyo Godfathers, después de todo. Mientras mi esposa corría de aquí para allá arreglando mi escape, yo le suplicaba a los doctores "¡si pudiera ir a casa aunque sea medio día, todavía podría hacer cosas!", para después esperar a la muerte a solas, en una deprimente habitación de hospital. Estaba solo, pero esto era lo que pensaba.

"Tal vez morir no sea tan malo."

No tenía razones para ello, y tal vez necesitaba pensar así, pero sorprendentemente me sentía calmado y relajado.

Sin embargo, sólo había una cosa que me molestaba.

"No quiero morir aquí..."

Mientras pensaba eso, algo se movió del calendario de la pared y comenzó a esparcirse por la habitación.

"Oh, no, una línea marchando fuera del calendario. Mis aluncinaciones no eran del todo originales."

Tuve que sonreír ante el hecho de que mi instinto profesional seguía trabajando aún en momentos como este, pero de cualquier manera probablemente estaba en el punto más cercano a la tierra de la muerte de lo que había estado hasta ese punto. Realmente sentí muy cerca de mí a la muerte. [Pero] con la ayuda de mucha gente, milagrosamente escapé de la Cruz Roja de Musashino y volví a casa, envuelto en la tierra de la muerte y sábanas.

Debería hacer hincapié en que no tengo malas críticas ni odio contra el hospital de la Cruz Roja de Musashino, así que no me malinterpreten.

Sólo quería ir a mi casa, a mi propio hogar. La casa donde vivo.

Me sorprendió un poco que, mientras me llevaban a la sala, como un bono, tuve esa experiencia de lecho de muerte con la que todos están familiarizados; ésa de "ver desde arriba cómo trasladan tu cuerpo a la habitación". Me miraba desde arriba a mí mismo y a la escena a mi alrededor desde una posición muy alejada del suelo, a través de un lente gran angular y destelleante. El cuadrado de la cama a la mitad de la habitación parecía grande y prominente, y mi cuerpo envuelto en sábanas era bajado a la mitad del cuadrado. Sin mucho cuidado, pero no me quejo.

Así que lo único que tenía que hacer era esperar a la muerte en mi propio hogar.

Sin embargo, logré superar la neumonía.

¿Eh?

Más o menos esto fue lo que pensé.

"¡Ni siquiera soy bueno para morir! (me reí)."

Después de eso, cuando no podía pensar en nada más que en la muerte, pensé que en realidad había muerto en aquella ocasión. En mi cabeza, la palabra 'renacer' apareció muchas veces.

Sorprendentemente, después de eso mi fuerza vital se rejuveneció. Desde el fondo de mi corazón, creo que fue gracias a la gente que me ayudó; primero que nada mi esposa, mis amigos comprensivos, los doctores y las enfermeras.

Ahora que mi fuerza vital se ha reestablecido, no podría desperdiciar mi tiempo. Me dije que me habían dado una vida extra y que tenía que usarla con cuidado. Así que pensé que quería borrar al menos una de las irresponsabilidades que había dejado en este mundo.

Para ser honesto, sólo le dije lo del cáncer a las personas cercanas a mí. Ni siquiera le dije a mis padres. En particular, por varias complicaciones laborales, no podía decirle nada a la gente, aún si hubiera querido hacerlo. Quería anunciar mi cáncer en Internet y reportar lo de mi poco tiempo de vida, pero si la muerte de Satoshi se hubiera calendarizado, se habrían creado olas, aunque fueran pequeñas. Por esa razón actué de manera irresponsable con la gente. Estoy muy apenado.

Había tanta gente a quien quería ver antes de morir, aunque sea para darles las gracias. Familia y parientes, viejos amigos y compañeros de la primaria, secundaria y preparatoria; a los amigos de la universidad, a la gente que conocí en el mundo del manga, de quienes tuve mucha inspiración; la gente del mundo del anime que se sentaba a mi lado, con quienes iba a beber, con quienes competía por los mismos trabajos; los colegas con quienes compartí buenos y malos momentos. La cantidad infinita de gente a quienes pude conocer debido a mi posición como director de cine; a las personas que se hacían llamar mis admiradores, no sólo en Japón sino en todo el mundo; a los amigos que hice por Internet.

Hay mucha gente que quiero que ver al menos una vez (bueno, también hay gente a quien no quiero ver), pero si los viera, tengo miedo de que el pensamiento de "no volveré a ver a esta persona otra vez" me invada, y que eso provoque que no tenga una muerte tranquila. Aunque me recuperé, me queda muy poca energía vital, y se necesita mucho esfuerzo para ver a las personas. Entre más personas me querían ver, más difícil era para mí verlas. Qué ironía. Además, la parte inferior de mi cuerpo estaba paralizada, por el cáncer que había invadido mis huesos, y estaba echado en mi cama; no quería que la gente viera mi cuerpo escuálido. Quería que la mayoría de la gente que conocí me recordara como el Satoshi que estaba lleno de vida.

Me gustaría usar este espacio para disculparme con mis parientes, amigos y conocidos por no decirles sobre mi cáncer, por mi irresponsabilidad. Por favor, comprendan que éste fue un deseo egoísta de Satoshi. Es decir, Satoshi Kon fue "esa clase de sujeto". Cuando imagino sus rostros, sólo tengo buenos recuerdos de sus sonrisas. A todos, gracias por todos esos grandes recuerdos. Amé el mundo en el que viví. Sólo pensar en eso me hace feliz.

Toda la gente que conocí a lo largo de mi vida, de manera positiva o negativa, ayudó a moldear al ser humano que es Satoshi Kon, y estoy muy agradecido por esos encuentros. Aún si el resultado final es una muerte prematura a mis cuarenta y tantos, acepto esto como mi propio y único destino. Después de todo, me pasaron muchas cosas positivas.

Esto es lo que pienso ahora sobre la muerte. "Sólo puedo decir que es muy mala." En verdad.

Sin embargo, aunque pudiera liberarme de muchas de mis acciones irresponsables [eso de no decirle a la gente], no puedo evitar arrepentirme de dos cosas. Sobre mis padres y sobre el fundador de Madhouse, el señor [Masao] Maruyama.

Aunque ya era tarde, no había otra opción más que revelar toda la verdad. Quería rogarles que me perdonaran.

Tan pronto como vi el rostro del señor Maruyama cuando vino a verme a mi casa, no pude detener mis lágrimas ni mi vergüenza. "Estoy muy apenado por terminar así..." El señor Maruyama no dijo nada, sólo negaba con la cabeza y apretaba mis manos. Estaba muy agradecido. Como una avalancha, llegaron a mí sentimientos de gratitud y regocijo por haber tenido la suerte de trabajar con esta persona. Tal vez sea egoísta, pero sentí como si hubiera sido perdonado en ese instante.

Mi más grande arrepentimiento es la película La máquina que sueña. Estoy preocupado no sólo sobre la película misma, sino por las personas con las que trabajé para ello. Después de todo, existe una gran posibilidad de que los libretos que creamos con sangre, sudor y lágrimas, nunca sean vistos. Esto es porque Satoshi Kon metió mano en la historia original, el guión, los personajes, los escenarios, los bocetos, la música... en cada una de las imágenes. Desde luego, hay cosas que compartí con el director de animación, el director de arte y otros miembros del equipo, pero básicamente la mayoría del trabajo sólo puede ser comprendida por Satoshi Kon. Es fácil decir que fue mi culpa por hacer las cosas de esa manera, pero desde mi punto de vista me esforcé lo más que pude para compartir mi visión con los demás. Sin embargo, en mi estado actual sólo puedo sentir un profundo remordimiento por mi inepcia en esas áreas. Estoy en verdad apenado con todo el equipo. Sin embargo, quiero que ellos entiendan, aunque sea un poco. Satoshi Kon era "esa clase de sujeto", y por eso fue capaz de hacer el anime desquiciado que era un poquito diferente. Sé que es una excusa egoísta, pero piensen en mi cáncer y perdónenme, por favor.

No he estado ociosamente esperando a la muerte; incluso ahora estoy pensando con mi débil cerebro alguna forma de que el trabajo siga vivo después de que me vaya. Pero son sólo ideas superficiales. Cuando le dije al señor Maruyama sobre mis preocupaciones acerca de La máquina que sueña, él sólo dijo, "no te preocupes. Ya se nos ocurrirá algo, así que no te preocupes".

Lloré.

Lloré incontrolablemente.

Hasta con mis películas anteriores, había sido muy irresponsable con las producciones y los presupuestos, pero siempre tuve al señor Maruyama para que lo solucionara por mí, al final.

Esta vez no fue diferente. En realidad no he cambiado.

Pude hablar abiertamente con el señor Maruyama. Gracias a esto fui capaz de sentir, al menos un poco, que los talentos y habilidades de Satoshi Kon tenían algo de valor en nuestra industria.

"Lamento perder tu talento. Ojalá pudieras dejárnoslo."

Si el señor Maruyama de Madhouse dice eso, puedo irme al otro mundo con un poco de orgullo, después de todo. Y, desde luego, aunque nadie más me lo diga, lamento que mis visiones raras y la habilidad para dibujar cosas con detalle se van a perder, pero no puedo hacer nada para evitarlo. Estoy agradecido desde el fondo de mi corazón porque el señor Maruyama me dio la oportunidad de mostrarle al mundo esas cosas. Gracias, muchas gracias. Satoshi Kon fue feliz como director de animación.

Fue desgarrador decirle a mis padres.

En verdad intenté ir a Sapporo, donde viven mis padres, mientras podía, pero mi enfermedad empeoró tan irritante e inesperadamente rápido que terminé por llamarles por teléfono desde la habitación del hospital mientras estaba cerca de morir.

"Estoy en la última etapa del cáncer y moriré pronto. Fui muy feliz por haber nacido como su hijo. Gracias."

Debió ser devastador escuchar esto de repente, pero estaba seguro de que iba a morir en aquel momento.

Pero luego regresé a casa y sobreviví a la neumonía. Tomé la gran decisión de ver a mis padres. Ellos querían verme también. Pero iba a ser muy difícil verlos, y no tenía la fuerza para hacerlo. Pero quería ver los rostros de mis padres por última vez. Quería decirles cuán agradecido estaba con ellos por haberme traído a este mundo.

He sido una persona feliz. Aunque debo disculparme con mi esposa, con mis padres y con toda la gente que amo, por vivir mi vida un poco más rápido que la mayoría.

Mis padres apoyaron mis deseos egoístas y llegaron desde Sapporo hasta mi casa al día siguiente. Nunca podré olvidar las primeras palabras que salieron de la boca de mi madre cuando me vió tumbado ahí.

"¡Perdóname por no haberte traído a este mundo con un cuerpo más fuerte!"

Me quedé mudo.

Sólo pude pasar poco tiempo con mis padres, pero fue suficiente. Sentía que con ver sus rostros sería suficiente, y así fue.

Gracias, padre, madre. Estoy tan feliz de haber nacido en este mundo como hijo de ustedes dos.

Mi corazón está lleno de recuerdos y gratitud. La felicidad como tal es importante, pero estoy agradecido de que ustedes me hayan enseñado a apreciar la felicidad. Muchísimas gracias.

Es muy irrespetuoso morir frente a los padres de uno, pero en los últimos diez años o más, pude hacer lo que quise como director de anime, alcanzar mis metas y obtener buenas reseñas. Lamento que mis películas no hayan ganado mucho dinero, pero creo que tuvieron lo merecido. En estos diez años o más en particular he sentido que he vivido más intensamente que otras personas, y creo que mis padres entendieron qué había en mi corazón.

Gracias a las visitas del señor Maruyama y mis padres, sentí como si me hubieran quitado un gran peso de encima.

Por último, a mi esposa, a quien más preocupo, pero quien ha sido mi apoyo hasta el final.

Desde el momento del diagnóstico, nos hemos ahogado juntos en lágrimas tantas veces. Cada día fue brutal para ambos, física y mentalmente. Casi no hay palabras para describirlo. Pero la razón de por qué fui capaz de sobrevivir ante esos días difíciles fueron las palabras que me dijiste justo después de que recibimos la noticia.

"Me quedaré a tu lado hasta el final."

Fiel a esas palabras, como si dejaras mis preocupaciones en el polvo, habilmente dirigiste las demandas y exigencias que llegaron a nosotros como una avalancha, y rápidamente aprendiste a cuidar de tu esposo. Me conmovió tanto ver cómo lidiabas con las cosas con tanta eficacia.

"Mi esposa es asombrosa."

¿Dices que no hay necesidad de decir eso ahora? No, no. Eres aún más asombrosa de lo que ya eras. En verdad puedo sentirlo. Aún después de mi muerte, pensaré que tú enviaste a Satoshi Kon al otro mundo con elegancia. Desde que nos casamos, estuve tan envuelto en el trabajo que fue hasta que me dio cáncer que pude pasar más tiempo en la casa; qué vergüenza.

Pero te quedaste cerca de mí, siempre entendiste que necesitaba zambullirme en mi trabajo, que mi talento estaba ahí. Gracias.

Hay tantas cosas, innumerables cosas que me preocupan, pero todo necesita un final. Por último, quisiera expresar mi profunda gratitud al Doctor H, quien accedió a verme al final en mi casa, aunque es algo que ya no se hace en estos días, y a su esposa y enfermera, la señora K.

Los cuidados médicos en una casa particular causan molestias, pero usted pacientemente lidió con mis múltiples achaques y dolores causados por el cáncer, y se empeñó en hacer que mi destino final, llamado muerte, fuera tan bueno como se pudiera. No puedo decir cuánto me ayudó. Y usted no sólo lidió con este arrogante y difícil paciente como si fuera sólo su trabajo, sino que se comunicó conmigo como ser humano. No puedo decir cuánto me apoyó, ni cuánto me salvó. Su calidad humana me animó tantas veces. Estoy profunda, profundamente agradecido.

Y ésta es la última vez, desde que recibí el diagnóstico a mediados de mayo hasta hoy, en que he tenido la suerte de recibir la cooperación, ayuda y apoyo de dos amigos, tanto del trabajo como personales. Mi amigo T, quien ha sido un camarada desde la preparatoria y es miembro de KON'Stone Inc.; y el productor H. Les agradezco a ambos desde el fondo de mi corazón. Muchas, muchas gracias. Es difícil para mí con este insignificante vocabulario expresarles a ambos mi gratitud de manera adecuada. Mi esposa y yo hemos recibido tanto de ustedes.

Si ustedes no hubieran estado con nosotros, estoy seguro de que estaría esperando la muerte mirando a mi esposa, sentada a mi lado, con mucha más angustia y preocupación. Estoy realmente en deuda.

Y, si puedo pedir una cosa más, ¿podrían ayudale a mi esposa a superar esto después de mi muerte? Podría tomar ese vuelo con mi mente tranquila si pudieran hacer eso por mí. Se los pido desde el fondo de mi corazón.

Así que, a todos los que leyeron este largo documento, gracias. Con mi corazón lleno de gratitud por todo lo bueno en el mundo, soltaré mi bolígrafo.

Ahora, con permiso. Tengo que adelantarme.

Satoshi Kon