sábado, 10 de septiembre de 2011

Walking

Amo caminar. Paso a paso y disfrutando del paisaje, vida y clima de las ciudades en las que me encuentro,me transporto hacia los diferentes destinos a los que me dirijo. Se trata de una afición que me ha acompañado a lo largo de los años y a pesar de que frecuentemente requiere de una gran cantidad de tiempo y que acarrea algunos posibles peligros como ser atropellado o asaltado, no se tratan de un impedimento que me haya detenido en ningún momento. Digo, si en lugar de caminar tomo un autobús o manejo mi auto también existen peligros propios de estas actividades ¿no? Al fin y al cabo creo que el caminar es una de esas actividades que mas disfruto realizar. Cada que puedo lanzarme caminando a algún sitio lo hago. Si bien es cierto que en ocasiones me ha "quitado" mucho tiempo, la verdad es que no existe ocasión en la que no haya disfrutado de esos veinte minutos o una hora que haya invertido en llegar caminando a algún sitio. Al contrario, siempre he encontrado nuevas rutas para llegar a mi destino o incluso me ha ayudado a conocer más y mejor las ciudades. La verdad es que me siento más independiente cada que camino hacia algún lugar, como si no dependiera del transporte convencional y me estuviera lanzando a una aventura en la que el único límite son mis pies y mi deseo de continuar, el cuál nunca ha menguado. El inicio de esta afición se remonta a 9 u 8 años atrás. En ese tiempo, mis amigos del alma, y yo emprendimos lo que fue mi primer viaje de campamento hacia Malinalco, pero en esa ocasión el reto era llegar caminando. El viaje si comenzó con un transporte en camión al pueblo de Tenango del Valle, pero a partir de ahí se trató de una jornada de alrededor de 8 horas de camino hasta nuestro destino. Fue un viaje largo, cansado y en el que los participantes terminamos alucinando con beber cantidades ridículas de agua fresca, pero se trató de una experiencia realmente maravillosa. Desde entonces he continuado con la práctica de esta afición de manera ininterrumpida y me ha permitido darme momentos de reflexión y relajación. Si, sin duda amo caminar y lo seguiré haciendo en cada ocasión que tenga oportunidad pues para eso tenemos dos piernas.

5 comentarios:

Kitsune dijo...

Nada más ten mucho cuidado.

Master Pei dijo...

Además eso te permite cantar "cuando los vientos / soplan violentos / las horas son momento..." ¿Apoco no?

Christian Domínguez Pérez dijo...

Jajaja, menso!

Anónimo dijo...

bien

Argel dijo...

Aun recuerdo mucho esa ocasión en la que caminamos por la colonia Cipres, bueno no recuerdo bien el nombre, pero junto con Kumo nos dimos una divertida bárbara, y como olvidar esa vez en el calvario??